El valor de la acción frente a la inacción

Pero en el 99% de los casos no hacemos acciones «deseadas». Por lo tanto se pierden oportunidades genuinas para nosotros mismos.

La acción debe estar supeditada a otro/os ser/es humano/os, pero esta debe ser realmente sopesada frente a uno mismo. Bien es cierto que el grado de sinceridad con uno mismo, al menos, y con los demás, mejor, debe ser lo mas alto posible para que la acción final a realizar sea lo mas positiva en términos globales.

Lo que esta claro, es que la inacción es sumamente «peligrosa» para uno mismo y por extensión, y suma, aun más perjudicial para el grupo.

Pero ¿por qué?. Mi respuesta es la siguiente. Creo que ante el hecho de que el tiempo pasa mientras hay vida, y la perspectiva de futuro mejorable para mi mismo y los que vendrán, me hacen elegir como opción óptima la acción. La acción sincera, pues cuando hacemos algo sincero por nosotros esto se refleja en nuestras acciones, motivando nuevos movimientos a nuestro alrededor. Es posible, que dichos movimientos, o acciones, no sean lo que «queremos» pero al menos estas nuevas acciones llevaran a nuevas reacciones y así a su vez ante la posibilidad de «descubrir» una mejora propia o grupal.

Ante la inacción las posibilidades se limitan, pues dependemos de las acciones de otros, bien es cierto, como ya he escrito antes y me reafirmo, que la inacción es una acción en si misma, pero en el 80% de los casos, esta inacción por desgracia es la ausencia casi total de una inquietud de transmitir algo grupal o individual, y se convierte en una herramienta de distracción para que el tiempo pase con el menor gasto posible de energía.

A la larga otros tomaran las riendas de nuestra inacción y lo rellenaran con sus acciones, y cuando este momento llegue y se tome conciencia, la cantidad de energía para contrarestar esta tendencia sera alta, y entonces estos seres humanos que ya decidieron una vez no gastar energía o la mínima, se verán, bajo mi pesar, superados…

Bien con el fin de evitar estas situaciones tan negativas a dichos individuos, aquí me encuentro realizando esta «acción» la cual, solo espero, genere un mínimo de energía y movimiento hacia adelante y en positivo para quien lo reciba.

David Gámiz Jiménez