La vida ha cambiado a lo largo de la historia humana. Eso es obvio…
Sin embargo, ahora, en nuestra sociedad del primer mundo, la existencia es compleja. Información, derechos, sistemas de gobiernos… etc… Y por el contrario, ahora, queremos simplificar todo esto ¿como? Pasando, yendo a nuestra bola… quitándole importancia… o no dándosela, o simplemente… y aun peor, despreciándolo, criticándolo… DESTRUYÉNDOLO.
Antes, no se podía tener más que unos cuantos libros… o no se podía hablar de querer hacer cosas «grandes»… no se podía. Ahora, no se quiere… es un rollo… estamos saturados… o eso es lo que se «quiere creer».
Por lo tanto, ahora. Tenemos más posibilidades de «hacer», de «ser»… ¿pero somos más felices?
¿Cual es el problema? Qué es más sencillo, que te den cosas sin hacer nada, que sin embargo, «ganárselas» con esfuerzo y justicia.
Por qué nos «hartamos pronto» y «exigimos» que nos den lo que nos «pertenece»… ¡Por qué si!
¿Somos conscientes de lo que tenemos AHORA?
¿SOMOS capaces de valorar lo que «costo» y cuesta «tener» lo que tenemos?
Entonces, nos encerramos como los ricos antaño, en las posesiones… porque en el fondo lo único que nos hace ser mejores es el miedo… el instinto de supervivencia… somos solo eso… ¿ANIMALES?.
O aun menos….
David Gámiz Jiménez